TIK TOK

lunes, 29 de julio de 2013

JJ Cale - Cocaine

Se van las referencias. ¿A quién no le han entrado ganas de aprender a tocar la guitarra con esta canción?Good bye, Sir!



If you wanna hang out you've got to take her out, cocaine

If you wanna get down, down on the ground, cocaine
She don't lie, she don't lie, she don't lie, cocaine



If you got bad news, you wanna kick them blues, cocaine
When your day is done and you wanna run, cocaine
She don't lie, she don't lie, she don't lie, cocaine



If your thing is gone and you wanna ride on, cocaine
Don't forget this fact, you can't get it back, cocaine
She don't lie, she don't lie, she don't lie, cocaine



She don't lie, she don't lie, she don't lie, cocaine


sábado, 27 de julio de 2013

Travis - Moving

Bienvenido a la cuarentena, no es tan malo si tienes muchas otras cosas en las que pensar.

jueves, 25 de julio de 2013

La letra escarlata o cumplir 40

La letra escarlata es una novela del escritor norteamericano Nathaniel Hawthorne. Ambientada en la sociedad puritana de Nueva Inglaterra del siglo XVII, cuenta la historia de Hester Pryne, mujer acusada de adulterio y condenada a llevar una "A" de adultera en el pecho. La novela cuestiona la justicia humana y divina en una sociedad hipócrita y de doble moral.



Hace unos días cumplí los años y mi buena amiga Manoli me regaló esta camiseta. Sabe que tengo en mi habitación un póster de ET y Michael Jackson como Enjuto Mojamuto,que me gusta internet y que lo uso de avatar. 








Lo del 40 es como la "A" de Hester. Para llevarlo mejor, me siento en la silla del 4 y me echo un trago de Heineken, que fue otro estupendo regalo.¿Os dáis cuenta de los frutos de la marea verde? ¡Compráis todo verde!

Muchas gracias.


PD. Laguna, ¡Felicidades! ¡Los cáncer somos lo más!

domingo, 7 de julio de 2013

Corcobado - cine de verano

Una poesía triste de Corcobado:

Estoy bebiendo y fumando
sentado en una tapia,
rompiéndome el corazón
con tu recuerdo.
Estoy bebiendo y fumando
anestesia a las ruínas
que tu amor dejó
y no estoy llorando.
Estoy bebiendo y fumando
sentado en la tapia
del cine de verano
que nos enseñó a besar.
Estoy bebiendo y fumando
y no estoy llorando,
aunque mi mejilla está húmeda:
estará empezando a llover.

Kodaline - Love Like This

Me gustan estos irlandeses. Un descubrimiento de verano. 





running through the heat 
heart beat 
you shine like silver in the sunlight 
you light up my cold heart
it feels right in the sun
the sun
we're running around and round
like nothing else could matter in our lives
but wait
but wait
but wait
the sun'll stop shining soon
and you'll be dark in my life
yeah you'll be gone
it's as simple as a change of heart
but i'm not gonna think about the future

a love like this won't last forever
I know that a love like this won't last forever but I
I don't really mind
I don't really mind at all

slipping through the night love 
it grows dark but you don’t mind
hiding in the back streets 
yeah you’ll never notice me
all that I was thinking about was cleaning up my conscience
lost in the memory as it shakes uṗ the corners of my heart
was it my mistake
or maybe it was just as simple as a change in your heart
just as simple as a change of heart

I know now a love like this won’t last forever
I know that a love like this won’t last forever but I 
I know that a love like this won’t last forever
I know that a love like this won’t last forever but I 
and I
I don’t mind at all
a love like this won’t last forever
a love like this
a love like this won’t last forever

miércoles, 3 de julio de 2013

PIXIES - BAGBOY


¿Qué tal las vacaciones? ¿Qué tal sienta madrugar cuando los demás no lo hacen, Volvo?

Julio Llamazares - Las lágrimas de San Lorenzo

Gran libro para rellenar vuestra mochila







Primeras páginas de esta estupenda novela que os recomiendo.

Reseña de Ramón Acín: http://ramonacin.blogspot.com.es/2013/05/lagrimas-de-san-lorenzo-llamazares.html


LÁGRIMAS DE SAN LORENZO (Llamazares)


LA LARGA NOCHE DEL TIEMPO(*)
                                                       por Ramón Acín
Acierta LLamazares con su última propuesta narrativa (Las lágrimas de San Lorenzo)donde la memoria, la melancolía y la fugacidad de la vida se funden granando una gratísima lectura. En su brevedad (menos de doscientas páginas) abundan los matices y en su apariencia simple, fluye la densidad. Aunque trata del tiempo y aborda refexivamente las relaciones humanas, el amor o, entre otros variados aspectos, la existencia misma, la novela se paladea y atrapa. LLamazares obliga a viajar. Y no porque, al inicio, parezca el relato de un viaje con la sugerente  isla de Ibiza al fondo, donde un padre (protagonista-narrador) rememora ante su hijo (Pedro), durante la mágica noche del 10 de agosto, su lejano pasado en la isla en la que, al parecer, durante casi una década (la de su juventud), fue feliz. Pues, apenas leídas unas páginas,  se muda de piel y el foco se desplaza hacia perspectivas imprevistas que enraizan en direcciones varias: Pasado, presente, futuro del hijo, ascendencia de ambos, amores, amistades, paisajes, existencia… Es decir, lo que amanecía como el relato de un simple desplazamiento físico (no olvidar: todo cambio de lugar conlleva su enseñanza: búsqueda de la verdad, de la felicidad…) acaba transmutado en una profunda incursión en el ser humano y sus circunstancias. Ésa es la auténtica proposición de la novela: acceder al viaje por excelencia. Al viaje que escarba y explora la vida (y en la vida) que solemos vivir “sin entenderla hasta que ya ha pasado” (p.55).

Se trata, por tanto, de un periplo lleno de otros muchos, físicos y síquicos, empujados, puntualmente, por un choque de edad (padre/hijo, adulto/niño) y por la distinta manera de observar (y de abordar) la existencia, el mundo, la realidad… en una noche especial, la de San Lorenzo, con sus metafóricas estrellas fugaces. Y todo ello a caballo de un vaivén continuo, entre conversación y silencio (también, entre algarabía introspecctiva y mudez exterior) al compás de la imprevisible caída de estrellas. Vaivén que, tipográficamente, se remarca con la reiteración de títulos (“una”, “otra”) y con la alternancia (de índole varia en su contenido) de los capítulos, obrando así una significativa ralentización del contenido (buscada, sin duda).

En esa noche, con el inmenso cielo como testigo (y, por supuesto, como metáfora), atravesado por las estrellas fugaces, también la vida del narrador fluye y cae (y hasta desaparece) desde el inmenso vallado de su memoria. Y en esa evocación, fundida con la añoranza y en un mestizaje con la imaginación, salta la reflexión y la duda. Las preguntas y la memoria caminaran juntas, mecidas por la melancolía, para llegar al destino final que, a veces, culmina en la respuesta  (por ejemplo, del reencuentro: el  narrador/protagonista repite noche, gestos y función al igual que, antaño, lo hizo su padre) y, otras, acaba en un dilema irrosoluble  como certidumbre retótica del capítulo final: “¿No será Dios el tiempo?

Junto a la densidad de ese río subterráno, pletórico de pensamientos y contenidos, que fluye al fondo y como fondo, la novela es también reflejo sutil de una época, de una generación, de una geografía y de sus costumbres que, en escasísimas frases (breves estampas, a veces), actúan como fogonazos en la oscuridad. Padre e hijo, por ejemplo, propician la forma de pensar, observar y vivir el mundo por generaciones distintas. El primero, de vuelta de todo, en sonora soledad; el segundo, mecido en su ensimismamiento e inocencia, con un mutismo que sólo logra romper lo extraordinario. Así, sobre la anécdota personal (que desemboca en lo familiar y profesional) se accede a la Historia de España con la tragedia de la guerra civil y su dura posguerra, con sus libertades y desembarco internacional y, por supuesto, con su devenir cotidiano. Y, a su vera, mediante el  fluir de los recuerdos que dan cuerpo a lo personal y a la Historia, un arco iris vital que va desde la euforia desde la juventud en Ibiza y la peregrinación por un sinfín de ciudades, hasta la soledad que descubre la fugacidad de la vida y limitación del tiempo. “La vida”, se dice, siguiendo a  J. Lenon, “es eso que pasa mientras estamos ocupados en pensar qué hacer con la nuestra” (p.147). Hay más, muchas más cosas en esta novela de vena lírica, donde la penetración vital, el sensorialismo, el poder de la nostalgia y la  profundización en la vida, propuestas por Julio Llamazares, se expanden con dulzura (sin obviar la meditación)  ante nuestro ojos.

Julio Llamazares.Las lágrimas de San Lorenzo. Madrid, Alfaguara, 2013, 193 pp.
(*) Publiocado en Artes y Letrtas  (Heraldo de Aragón)

lunes, 1 de julio de 2013

PALMA VIOLETS - Best of Friend

Mira laguna, lo que hace tener tiempo. Las cosas que descubres....qué pasada. Es un grupo inglés.

UNDERSHAKERS - Después

Vaya temazo¡¡¡

AEROLINEAS FEDERALES - VACACIONES¡¡¡¡¡¡

Hola tunantes que gusto da un domingo por la noche no tener que poner el despertador....Dios por fin¡¡¡. Si no teneis claro donde vais a parar este verano escuchad esta canción que os da unas ideas...jajaja